lunes, 22 de marzo de 2010

Roma 2010, el Contra-bandista 22 de marzo.

Un profesor del I.E.S Bullidor me ha ofrecido hace un rato enviarme por mail un texto de Séneca. Me lo ha presentado como la necesidad de mirar con cierto estoicismo una sociedad como la actual, en la que el edonismo, lo epicúreo, el sofismo se han instalado en cada escaparate, en cada televisor, en cada discurso institucional. A falta de leer esas reflexiones del filósofo cordobés sobre la felicidad, se me ha ocurrido hacer, desde la humildad que presenta mi ignorancia, una comparativa sobre la Roma clásica y la España de nuestros días.

En la sociedad de hace dos mil años había una aristocracia, dueña de los derechos y los bienes; éstos gobernaban con el beneplácito del emperador y hacían, y deshacían, a su antojo, con la impunidad del que sabe que tiene el poder y que nada va a cambiar. El resto eran clases que se contentaban mientras hubiera circo y corriera la sangre en la arena, que soñaban con conseguir un esclavo, desposeído de todo derecho, que les hiciera más fácil la vida.

Hoy en día, en teoría, todos estamos en posesión de unos derechos inaliebles según la constitución, pero... si rascamos uno poco la costra de esa máscara teórica, nos encontramos con que sigue habiendo una élite, dueña de la fortuna y por tanto del futuro de nuestro país y, que con el beneplácito del gobierno hace y deshace a su antojo, extorsionando las arcas públicas, chantajeando y distorsionando la realidad para que nada cambie. En cambio, para el resto, para la gran mayoría, derechos constitucionales como la vivienda o el trabajo son vetados, como si no fuésemos dignos de disfrutar de unos mínimos vitales. Pero parece que a nadie le vaya a importar que la mayoría corramos el riesgo de convertirnos en esclavos mientras hayan ligas de fútbol tan apasionantes como la de esta temporada.

2 comentarios:

  1. Más allá de los planteamientos epicúreos, hedonistas, etc... Pavlov ya nos enseñó el principio básico del condicionamiento básico. Se dice que los romanos mantenían tranquilo su imperio de revueltas internas, con pan y circo. Iván P. Pavlov, estudió el reflejo condicionado que ya apuntó Aristóteles. Como sabéis, se dice que a Pavlov se le ocurrió hacer coincidir dos sucesos: el sonido de una campanita y la entrada de comida para sus perritos. A través de unos tubitos que le colocaba en la boca, comprobó que, tiempo después de mantener esta coincidencia, los perritos salivaban aunque no les pusieran comidita.
    Actualmente, se han dado cuenta que mientras se mantenga el "circo", no es necesario dar pan, pues la gente saliva igualmente. El alimento de nuestra sociedad, ya no es el pan, sino las falsas ilusiones de que lo podemos comprar todo. Mientras existan las mercancías que nos crean la falsa sensación de que nuestra vida será mejor si las poseemos, y a ese espejismo le sumemos el de que trabajando lo podemos comprar todo y que quien no trabaja es porque no se esfuerza lo suficiente o no se deja esclavizar lo necesario..., todo va bien..., para esas elites que manejan los gobiernos. Mientras segreguemos saliva y nos la traguemos, "todo va bien"... Espectáculo no va a faltar, aunque sea tan penoso como la descarada estafa que han realizado las principales entidades financieras con la guerra de Irak y su financiación a través de lo que han llamado "hipotecas de riesgo"... Ya las llamaban así, o sea, no ha sido un inesperado error o accidente financiero... Cual será el siguiente espectáculo de prestidigitación financiera.

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  2. Gracias por generar este espacio en el que se puede hablar con libertad y escuchar a personas sensatas. Los medios de comunicación convencionales nos atontan, sois una de las pocas excepciones que nos quedan.

    Se os quiere.

    Campanilla

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