martes, 26 de enero de 2010

Cadena perpetua, el Contra-bandista 26 de Enero.

Me parece curiosa la iniciativa del partido popular de abrir un debate sobre la cadena perpetúa. Ellos, es decir el PP, que son demócratas y cristianos, parece que quieran hacer vivir a los criminales un infierno en vida. Sin perdón posible, ni arrepentimiento que valga, la cadena perpetua, según dicen, es un tema que está en la calle. Por lo que a mi respecta, desconociendo como desconozco la opinión de la calle, ya que nunca me he atrevido a interrogar a ninguna vía pública, me quedo con las reacciones primarias de mi entorno más directo; éste, según como sea bombardeado por los medios de comunicación, pasa tan rápidamente del pobre hombre, al a ese habría que cortarle lo que le cuelga, que, realmente, no sé que pensar. Supongo que el debate, más que en la calle, en las casas o en los bares, está en los medios...

Ayer, me despedía recordando que la subjetividad es objetiva; se me olvidó decir que esa misma subjetividad tiende casi siempre hacia una parcialidad interesada, siendo la verdad ese algo inalcanzable, que, en muchos casos, nos importa un pimiento. No por nada, uno de los tópicos del periodismo es aquel que dice: que la verdad nunca te quite una buena noticia.

Y es que, siendo España uno de los países con menor índice de criminalidad de Europa, sólo se explica el radicalismo de ciertos sectores de poder con respecto a las condenas, como señuelos en busca del voto.

La historia demuestra que en las peores crisis economicas, el endurecimiento de la ley y el orden surge como solución política, a falta de medidas efectivas contra los problemas del país. En otras palabras, como dice el refranero, a falta de pan, buenas son tortas.

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