A uno se le encoje el corazón cuando contempla el horror de la vida, aunque sea desde la cómoda perspectiva que nos brinda la televisión. Desde ayer, la mayoría de cadenas del mundo han enviado a Haití corresponsales en busca de aquella imagen terrible, que roce o se implique de lleno en la más pura obscenidad humanitaria.
Haití hoy es noticia, de la misma forma que la desesperada decisión de Jordi Hereu y su sorprendente idea de que Barcelona albergue unos juegos olímpicos de invierno. Hoy, Haití es noticia, junto a la inteligente estrategia de Felipe González de defender a la vez al Tribunal Constitucional y la idoneidad del Estatut. Haití hoy es noticia, junto a la heroica eliminación del Barça de la Copa del Rey o el hecho de que el Tribunal Supremo no considere como delito hablar de paz.
Hoy es noticia Haití y parece que todos estamos de acuerdo: es terrible que muera tanta y tanta gente de la noche a la mañana. Lo que me pregunto es: si es noticia por la muerte de tanta gente inocente y sin culpa o porque un terremoto, es decir, una catástrofe natural e impredecible, ha azotado al país, y ya de paso las conciencias de los espectadores, con los resultados ya conocidos. Nadie hablaba de Haití, ese país que hoy es noticia, antes del terremoto, cuando tenía uno de los mayores índices de pobreza y mortalidad del mundo, ni siquiera sobre el dudoso honor de ser el país con mayor numero de afectados por el virus del sida. Pero ya se sabe, en el periodismo sino se comenta es como sino pasara.
Que descansen en paz todas las víctimas en Haití y otros países en sus circunstancias, ayer, hoy y mañana.
Haití hoy es noticia, de la misma forma que la desesperada decisión de Jordi Hereu y su sorprendente idea de que Barcelona albergue unos juegos olímpicos de invierno. Hoy, Haití es noticia, junto a la inteligente estrategia de Felipe González de defender a la vez al Tribunal Constitucional y la idoneidad del Estatut. Haití hoy es noticia, junto a la heroica eliminación del Barça de la Copa del Rey o el hecho de que el Tribunal Supremo no considere como delito hablar de paz.
Hoy es noticia Haití y parece que todos estamos de acuerdo: es terrible que muera tanta y tanta gente de la noche a la mañana. Lo que me pregunto es: si es noticia por la muerte de tanta gente inocente y sin culpa o porque un terremoto, es decir, una catástrofe natural e impredecible, ha azotado al país, y ya de paso las conciencias de los espectadores, con los resultados ya conocidos. Nadie hablaba de Haití, ese país que hoy es noticia, antes del terremoto, cuando tenía uno de los mayores índices de pobreza y mortalidad del mundo, ni siquiera sobre el dudoso honor de ser el país con mayor numero de afectados por el virus del sida. Pero ya se sabe, en el periodismo sino se comenta es como sino pasara.
Que descansen en paz todas las víctimas en Haití y otros países en sus circunstancias, ayer, hoy y mañana.
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